lunes, 25 de febrero de 2013

La Tabla


Para celebrar mi cumpleaños en el ya lejano y veraniego mes de agosto, mi chico me sugirió que nos acercáramos hasta La Tabla. Aunque en un principio el estar algo alejado de Gijón y tener que llegar conduciendo por una sinuosa carretera, me pareció un inconveniente, luego se convirtió en uno de sus atractivos, ya que resultó muy agradable poder sentarse en las mesas que tienen el exterior y disfrutar de las vistas del valle, mientras dejamos que anocheciera sobre nosotros.




El restaurante está ubicado en una casona que mezcla la piedra, la madera y grandes ventanales. La entrada al restaurante se parece más al típico bar o sidrería asturianos con mesas de madera recia, una gran barra y la televisión. En mi opinión, desentonaba un poco en el conjunto, pero una vez que pasas a la sala el ambiente es muy acogedor y relajado gracias a los tonos tostados de mantelerías y estores. Las mesas son amplias y con mucha separación entre sí, lo que permite tener una cena romántica sin que la mesa de al lado se entere de nuestras confidencias o bien disfrutar de una cena con amigos sin dar la murga a los vecinos de mesa. Pero si hay algo que destaca especialmente es la bodega acristalada con una cuidada selección de vinos nacionales e internacionales. La carta es inmensa, inabarcable para nosotros, por lo que tuvimos que dejarnos aconsejar, tomamos Venta la Ossa, un tempranillo 100% de Ciudad Real. Nos gustó, pero cometimos el error de pedir la botella para el aperitivo y luego no pegaba demasiado con el pescado.


La carta incluye una propuesta interesante de entrantes fríos y calientes que puedes tomar en medias raciones. Nosotros pedimos uno de cada, concretamente milhojas de foie frutal con jamón ibérico y cebolla carameliza y pulpo a la brasa con escalibada y compota de chorizo. Los dos nos encantaron, el foie por la fresca combinación de las rodajitas de mango y el pulpo por su tierna textura y la compota de chorizo, que nunca habíamos probado, pero que últimamente nos lo hemos encontrado en más restaurantes, así que entiendo que debe de ser "tendencia" gastronómica.


Los platos principales se basan en cuatro propuestas de pescado (quizás algo escasa) a las que se le añaden pescados frescos del día. Y una serie de originales platos de carne  como confit de pato con agridulce de turrón o rabo de ternera con cuscús de setas y frutas.  Pero también puedes pedir arroz e incluso fabada. Nosotros preferimos el pescado, pedimos brocheta de pixín y langostinos con patata chafada y romescu; y lubina con verduritas crujientes, cítricos y gel de soja. Los dos estaban muy frescos, pero si tuviera que elegir, me quedaría con la brocheta de pixín, donde los sabores estaban perfectamente equilibrados. De postre, como no podía ser de otra manera estando en Asturias, pedimos sushi de arroz con leche, gel de limón y helado de canela, no estaba mal, pero me esperaba más. 

En resumen, un buen restaurante en el que encontrar una materia prima de calidad, bien trabajada junto con un trato amable y profesional. Estaréis de acuerdo conmigo en que no siempre es fácil encontrar este equilibrio.

La Tabla
Camino de Lavandera 60 (Fano)
33391 Gijón (Asturias)
Teléfono: 985 136 456
Email: correo@restaurantelatabla.com

Horario:
Comidas: de miércoles a domingo de 13:00 a cierre
Cenas: viernes y sábado de 21:00 a cierre

Precio medio: 60 euros



lunes, 18 de febrero de 2013

El portón segoviano, un fin de semana para descansar

La semana pasada daban nieve en toda España y nosotros decidimos refugiarnos del frío con amigos y cerca de una buena chimenea, así dimos con El Portón Segoviano. Unas casas rurales en Cañicosa, a 5 minutos de Pedraza que te hacen olvidarte del estrés de la semana, del tráfico y de cualquier tipo de ruido que no sea el del crepitar de la leña. 

Nosotros llegamos en torno a las 5 de la tarde y después de un paseo de reconocimiento por el pueblo y un café en Pedraza, volvimos para cenar. Y por si ya la tranquilidad del lugar no nos había relajado lo suficiente, encargamos la cena del primer día por el más que módico precio de 15 euros por persona para despreocuparnos absolutamente de todo. A nosotros nos pusieron sopa castellana, una tortilla de patata enorme, dos platos de embutido y queso y una mouse de chocolate de postre. Estaba todo riquísimo y es una maravilla que te lo sirvan en tu propia casa y no tener que salir a ninguna zona común en plan restaurante. ¡Un acierto!

En total, disponen de siete casas en una finca en mitad del pueblo, en el que ya os digo, que no encontramos otro entretenimiento más que el de los paseos por el campo, y disfrutar de la paz y la tranquilidad, pero está muy cerca del puerto de Navafría, Segovia, Pedraza, Sepúlveda, las Hoces del Duratón o La Granja si queréis hacer turismo por la zona. Aunque si preferís hacer ejercicio, la casa dispone de unas bicicletas de libre uso para dar un paseo por los alrededores o acercaros a Matabuena que tiene más servicios. 

Las casas son sencillas pero acogedoras y tienen todo lo que puedas necesitar: todo tipo de menaje en la cocina, batidora, lavavajillas, tostador de pan, un poco de café, té, azúcar y los básicos para no tener que ir cargando con toda la casa. Además, tienen una sala cerrada genial para hacer barbacoa en invierno que se abre al jardín en verano. Nos encantó porque está muy bien acondicionada y te permite disfrutar de una buena carne sin congelarte en el intento. 

Estuvimos muy a gusto todo el fin de semana, pero tengo que destacar la comodidad de la cama, que no siempre está garantizada en este tipo de alojamientos, y la calefacción, que junto con el calorcito de la chimenea mantiene la casa en todo momento a una temperatura estupenda.

Las casas son geniales en invierno, pero volveremos sin duda en verano a disfrutar de los porches que tienen todas las casas orientados a las zonas comunes, estupendos con sus muebles de madera y cojines tostados comodísimos para sentarse a comer a medio día o cenar en verano. Además, tuvimos la mala suerte de encontrarnos el restaurante que había en frente de la casa, Codex Calistinus, cerrado, así que otra excusa más para tener que volver. 


 







Precio casa El Porche Sur: 360€ dos noches para 4 personas.
El portón Segoviano
Calle Egido, 23
Cañicosa (Matabuena)
Tfno. 676 467 319  //  608 051 390
http://www.portonsegoviano.com

martes, 12 de febrero de 2013

Vinoteca Moratín

Una mañana de domingo, volviendo de una carrera, dimos por casualidad con este local mientras buscábamos un sitio para desayunar. Hasta ahora no habíamos tenido oportunidad de ir, pero por fin, hace un par de semanas encontramos la excusa para probarlo. Desde la calle, nos llamó la atención la decoración del local, que parecía el salón de una casa de estilo minimalista, pero que le daba un aspecto muy acogedor. 

Al final, no solo resultó ser acogedor el aspecto, el trato fue muy familiar. Y la comida, estupenda, todos los platos están preparados de forma sencilla, nada grasientos o ni bañados en salsas que enmascaren los sabores. Pedimos un par de entrantes: alcachofas y puerros confitados, las alcachofas estaban ricas, pero los puerros estaban buenísimos. De segundo, elegimos steak tartare, pollo al cava, pescado en papillote y salmón marinado. Todo estaba en su punto, el pescado muy fresco, el salmón ahumado de muy buena calidad y el steak tartare muy bien preparado. 

Acompañamos la comida de un Bo Bobal, de la zona de Utiel-Requena. Un vino interesante por un precio módico, como todos los que tienen en carta, bastante extensa y bien elegida. Últimamente, estamos descubriendo los vinos dulces, así que de postre aprovechamos que estábamos en una vinatería y pedimos unos moscatel y un oporto como colofón para una cena muy especial. 

No dudéis en probarlo, llevan solo dos meses abiertos y ya es imposible conseguir mesa sin reservar. Y es que está claro que la comida de calidad ligada a buenos precios, siempre da buen resultado. Ojalá conserven la fórmula por mucho tiempo. 

(Esta mesa junto a la estantería es la que nos tocó. Tuvimos mucha suerte, porque el rincón es muy agradable e ideal para una cena con amigos.)
 
 







Precio medio: 23€ con vino.
Vinoteca Moratín
Calle Moratín, 36
28014 Madrid
Tfno: 911 276 085
http://www.vinotecamoratin.com/


lunes, 4 de febrero de 2013

Casas do Sal

Como ya os había adelantado en otras entradas, el verano pasado estuvimos en el Alentejo. La zona por la que nos movimos no es demasiado turística y nos resultó muuuy difícil encontrar un alojamiento que nos gustase, así que aunque estaban algo retiradas de la costa, elegimos las Casas do Sal como centro de operaciones.

Se trata de una finca de alcornocales a unos 100 km de Lisboa y próxima a Alcácer do Sal. El acceso es algo incómodo ya que se llega a través de una pista forestal que no está pavimentada, pero cuando llegas al destino el traqueteo del viaje compensa: ante tus ojos se levanta una casona típicamente alentejana en la que imperan los colores blanco y azul. El hotel está regentado por una encantadora pareja de lisboetas, que durante el invierno van y vienen según la ocupación y que en el verano se instalan allí con sus dos hijos para disfrutar de las magníficas playas de la zona. 


Realmente es eso, una gran casa en la que podemos hospedarnos unos pocos amigos. Además, al disponer tan solo de ocho habitaciones (4 suites y 4 apartamentos), el ambiente es muy tranquilo y familiar. Todo un lujo en pleno mes de agosto.

Como viajábamos con una niña de tres años, nos asignaron automáticamente un apartamento, concretamente el Apartamento Cereza. Un poco rosa, tal vez... pero acogedor y confortable.


Todo el hotel estaba decorado con gusto y sencillez por su propietaria, Sarah. Por las mañanas era un placer sentarse a desayunar en las mesas al aire libre leyendo una revista o simplemente contemplando las vistas de la finca, ¿no me digáis que no os gustaría estar ahora mismo allí?



Y por la noche, después de un largo día de playa, podías coger un película o un libro de la biblioteca o prepararte tu mismo una copa y anotarlo en una libretita (porque a partir de las 22:00 horas no hay ningún tipo de servicio de habitaciones).

Sin duda, es un lugar ideal si deseáis hacer una escapada para huir del mundanal ruido y disfrutar de la naturaleza. Eso sí, aunque no es el "típico hotel vacacional", hay ciertos guiños que hacen que una gran parte de la clientela fuéramos allí con nuestra prole. A pesar de ello el lugar no pierde ni un ápice de tranquilidad ni de romanticismo. De hecho, tres noches a la semana se organizaban cenas a la luz de la luna mientras los fados sonaban de fondo. 


En resumen, un lugar precioso en el que conoceréis de primera mano la vida y gastronomía alentejana en estado puro. No obstante, no olvidéis que no se trata de un hotel de cinco estrellas sino de un alojamiento rural, por tanto, el lujo es el emplazamiento en sí mismo y lo que la naturaleza te ofrece. 

Casas do Sal
Monte da Boavista 
7580 Alcácer do Sal, Portugal
Tel. 351 932 222 621
Precio temporada baja: a partir de 95 euros
Precio temporada alta: a partir de 180 euros