lunes, 25 de junio de 2012

La Renta

Cuando empieza a apretar el calor en Madrid, apetece disfrutar aún más de la oferta gastronómica que nos ofrecen sus alrededores y en los que se está ligeramente más fresquito. Ese fue nuestro propósito ayer por la mañana, nos acercamos a hacer un gestiones a Majadahonda y comimos en La Renta.



Este bar restaurante está situado en el centro del pueblo, justo antes del comienzo de la zona peatonal. Muy próximos hay varios restaurantes, pero este lo reconoceréis rápido porque está lleno hasta la bandera. Nosotros llegamos a la una y en la barra y en la terraza ya no había sitio.  La zona de comedor estaba libre, pero no admiten reserva así que tenéis que llegar temprano, porque en cosa de quince minutos aquello también se llenó.


Su carta ofrece ensaladas, raciones, carnes y pescados y fuera de carta tienen bastantes sugerencias y pescados del día. Nosotros nos decantamos por tres recomendaciones fuera de carta: flores de calabacín en tempura, tirabeques salteados con calamares de potera y boletus edulis con yema de huevo. Los tres platos estaban perfectos, ri-quí-si-mos, especialmente los tirabeques (una especie de judías verdes muy planas y finitas) y los boletus. Para beber pedimos un par de copas de Más de Leda (tempranillo 100%), un vino de Ribera de Duero que no conocía y que nos pareció muy sabroso y con cuerpo, como nos suelen gustar a nosotros.


El trato fue excepcional, se notaba que había muchos clientes habituales, pero a los que no lo eramos nos trataban con la misma profesionalidad y amabilidad. Me sentí muy cómoda durante toda la comida. Todo llegaba en su momento justo y sin hacernos esperar.
En cuanto salimos lo primero que nos dijimos fue: "este es para volver muchas veces". Y así será, porque todo lo que servían en el resto de las mesas tenía una pinta estupenda y nos quedamos con ganas de probar muchos platos. Bravo por este descubrimiento!

Precio medio: 30 euros

La Renta
Rosalía de Castro, 1
Majadahonda

lunes, 11 de junio de 2012

Edulis

Llevaba unos días buscando un lugar especial al que ir a cenar con mi chico y después de barajar varias opciones, me decidí por hacer una reserva en Edulis. Desde luego fue todo un acierto, ya que pasamos una velada de lo más agradable y cenamos como nunca.

El restaurante tiene una decoración moderna y clásica, minimalista y acogedora. Se divide en tres grandes ambientes: a la entrada una zona de barra en la que se puede comer a base de raciones o tomar una copa. A continuación, un comedor principal presidido por una bodega acristalada y por un llamativo tríptico al que se superponen unas letras de neón con el nombre del restaurante. En estas dos zonas el color por antonomasia es el gris antracita que contrasta con la mantelería blanca.




El otro pequeño gran ambiente es un patio cubierto con un jardín vertical, que recuerda al del Cheese Bar del que ya os hablamos en otra ocasión. Aquí la luz es más blanca y se respira una atmósfera nórdica en lo que a decoración se refiere.



Aunque llevábamos la carta analizada, nos costó decidirnos, ya que nos apetecía todo. Finalmente, como muchos de los platos se ofrecen en medias raciones o raciones, de entrantes pedimos chipirones a la parrilla con pisto manchego y huevos escalfados con boletus edulis, trufa y espuma de patata. Ambos platos estaban exquisitos, pero los huevos escalfados fueron excepcionales. Son un clásico de la casa que no os podéis perder.

Como platos principales nos decantamos por el atún con chutney de piña y el rabo de toro con puré de melón de Cantalupe. También estaban buenísimos, pero si tuviera que elegir..., me quedaría con el rabo de toro, de sabor intenso, pero suave y extremadamente jugoso. El atún estaba rico, aunque lo sirven prácticamente crudo, tenedlo en cuenta si no os gusta así. Quizás deberían preguntar en qué punto nos gusta, igual que se hace con la carne. Acompañamos la comida con un vino de Madrid que no conocíamos, Val Azul, muy en la línea del también madrileño El Regajal.


De postre no pudimos decir que no a un cremoso café y a la tarta fina de manzana. Se notaba que era casera y no de hojaldre precocinado. Y la noche no podía terminar sin probar uno de sus Gin tonics. Os recomiendo el combinado de Monkey 47, con tónica Fentimans y un par de rodajas de pomelo.

En resumen, una noche perfecta. Buena comida, buen ambiente y buena atención. ¿Qué más se puede pedir?

Precio medio: 60 euros por persona (con vino, copas de Gin tonic aparte).

Edulis
Velázquez, 11
Madrid
http://www.restauranteedulis.es/
91.220.75.19

domingo, 3 de junio de 2012

El padre


Escondido en uno de los soportales de la calle Serrano, junto al Corte Inglés, se encuentra el restaurante El Padre. Y aunque a priori no pueda parecer un sitio muy atractivo, desde ayer se ha convertido para nosotros en uno de los básicos. La decoración del local es discreta y sencilla, pero el local resulta acogedor y esa sensación se ve incrementada por la buena atención de su personal. Desde que llegamos, nos atendieron tres personas: un sumiller, que nos propuso una combinación de cuatro vinos por copas en lugar de una botella (entre ellos un Chablis y un Numantia); nuestro camarero, que nos orientó estupendamente sobre la carta; y un especialista en cócteles, que nos hizo unas copas espectaculares después de la comida.
La carta no es demasiado extensa y ofrece la posibilidad de escoger cuatro primeros y un segundo y elaborar así un menú degustación por 37,5€ que incluye, además, postres, una botella de vino, agua o refrescos y café. Además, tienen sugerencias fuera de carta que se pueden incluir en el menú.
Nosotros elegimos un revuelto de sepia (riquísimo), huevos del padre, alcachofas con almejas y cebolletas con salsa romescu. La verdad es que todo estaba muy bueno. Y como segundo pedimos solomillo relleno de foie con salsa de trufa y bocaditos de bacalao gratinados con alioli de ajo confitado. Los segundo platos fueron quizá lo más flojo, pero estaban ricos.
Y como colofón, decidimos tomarnos unos gin tonic. IMPRESIONANTES. No hay más palabras para definirlas, les comentamos cuál era la ginebra que nos gustaba y nos recomendaron dos ginebras poco conocidas en España y muy poco comercializadas. Nos prepararon las copas en la mesa con dos tónicas distintas y la fruta que le venía bien a cada una. Buenísimas.
Precio medio: 50€ con vino y copas.
El padreSerrano, 45
Madrid
Tel: 91 448 40 16
http://www.restaurante-elpadre.com/