lunes, 25 de julio de 2011

¡Nos vamos de vacaciones!

Nos vamos de vacaciones, volveremos en septiembre con más cosas para contaros. 
¡Feliz verano a todos!

viernes, 22 de julio de 2011

Recorriendo Los Lagos italianos III: Mantua-Lago di Garda-Trento

La última etapa de este viaje la dedicamos a conocer pequeños pueblecitos cercanos a Verona, ciudad que nos sirvió de base de operaciones. Un día nos dirigimos unos kilómetros hacia el sur para visitar Mantua y Cremona. Cremona es una ciudad pequeñita de unos 700000 habitantes junto al río Po, tiene un casco histórico de calles empedradas por el que la gente se mueve en bicicleta. El principal atractivo de la ciudad es la Piazza del Comune, plaza medieval en la que se encuentran los edificios históricos más importantes: el Duomo, el Torrazzo o campanario adosado a la catedral, el baptisterio, el Palazzo Comunale y una preciosa Logia. La verdad es que la placita es una maravilla la mires por donde la mires. Yo os recomiendo que os sentéis en una terracita y no hagáis nada, simplemente disfrutéis de ese momento.




Además, si os interesa la música como a mí, hay un par de museos (Museo Civico y Civica Collezione di Violini) en los que ver las ver las colecciones de violines Stradivarius, Amati o Guarneri más importantes del mundo. Más allá de esto, la ciudad no tiene mucho mayor atractivo.

Como la visita nos llevó menos tiempo de lo esperado, nos acercamos a la cercana y bella ciudad de Mantua, o Mantova para los italianos, para mí fue uno de los grandes descubrimientos del viaje. Una ciudad muy pequeñita, de unos 500000 habitantes y en la que hace muchísimo calor en pleno agosto. Como es muy pequeña es muy fácil de recorrer, ya que todo está alrededor de la Piazza delle Erbe: el Palazzo Ducale, el Palazzo della Regione o la iglesia románica, Rotonda di San Lorenzo. Recuerdo esta iglesia especialmente por su pequeño tamaño, por su forma circular y por su ubicación, ya que está por debajo del nivel de la calle, es una pequeña joya que merece la pena visitar.


 
Comimos en la Piazza Broletto en la terraza al aire libre del restaurante Masseria. Pedimos la especialidad de la ciudad, tortelli di zucca (pasta rellena de calabaza, con mostaza, nuez moscada y parmesano). Espectaculares.




El viaje iba llegando a su fin. Al día siguiente, nos esperaba un madrugón y un día al volante recorriendo la orilla oeste del Lago di Garda. Esta parte del lago poco tiene que ver con la zona sur de la que os hablé en la entrada anterior. El lago en esta zona se va estrechando y más que un mar parece un fiordo. El paisaje es impresionante, la carretera es estrecha y a un lado tienes los Alpes italianos y al otro lado, el lago. Naturaleza en estado puro. ¿No me digáis que no es bonito?





Hicimos alguna breve parada para descansar en Gardone Riviera, uno de los lugares de veraneo más elegantes del lago hace años, pero ahora ya algo pasado moda y en Riva del Garda, más al norte y ya con cierto influjo alemán. El casco antiguo es muy agradable con callejuelas, calles adoquinadas y con un paseo bordeando una playita de guijarros.

Se notaba que no queríamos volver y nos empeñábamos en alargar el viaje todo lo posible. Subiendo y subiendo la carretera, por un paisaje más parecido al Tirol que a la bella Italia, llegamos a la animada Trento. El corazón de la ciudad no podía ser otro que la Piazza del Duomo, presidida por la Catedral y la fuente de Neptuno en el centro.




Ese fue nuestro punto de partida para dar un paseo por la ciudad viendo su principales puntos de interés: recuerdo en particular los restos del Trento romano, que pueden verse en Tridentum, La Città Sotterranea. Y por contaros algo más mundanal, recuerdo que había buenas tiendas, aunque no pude disfrutar de ellas por ser domingo, una pena! Y para los amantes de la naturaleza y de la escalada Trento está muy cerca del Parco Naturalle Adamello-Brenta y de los Dolomitas, así que hay alternativas para todos los gustos.



Y hasta aquí nuestra aventura italiana (espero que os haya gustado tanto como a mí). Para la vuelta todo depende de vosotros, podéis volver a Milán o bien pasar la frontera austriaca y coger el avión en Innsbruck. ¿Qué preferís?

miércoles, 20 de julio de 2011

Louise Latour de Chablis



Hace tiempo que no os recomendábamos un vino y es que con el calor, el tinto no entra igual, pero a cambio, llega el tiempo de disfrutar de los blancos bien fríos.

Aunque en España tenemos vinos blancos estupendos, esta semana nos decantamos por probar este Louise Latour de Chablis (18€). Es un vino de la zona de Borgoña, de color pajizo brillante, sin crianza, pero con cuerpo. Tiene un toque de dulzor pero también cítrico. Es un vino muy frutal, elegante y carnoso, con un punto mineral.

Es estupendo para tomar con ensaladas, pescados y cualquier plato fresco y veraniego, o solo después de volver del trabajo maridado solamente con una buena conversación. Os lo recomendamos sin duda.

lunes, 18 de julio de 2011

Restaurante Salterius

Para los que no os vais de vacaciones, ya volvisteis o no os queda más remedio que pasar en Madrid el mes de agosto, siempre queda la opción de disfrutar de esta ciudad vacía, que no es poco, y de darse un homenaje que ayude a hacer más llevaderos los rigores del verano. Os proponemos que os deis una vuelta por la zona noroeste y os acerquéis a Majadahonda. 

Podéis daros un paseo por la calle Real y tomar un vino antes de comer en cualquiera de las terrazas que encontraréis en el pueblo, para acabar disfrutando de Salterius. Nosotros descubrimos este sitio hace ya unos cuantos años y es uno de nuestros restaurantes favoritos. Es tranquilo y agradable, aunque para nosotros la decoración es un poco clásica, la atención siempre es muy amable, están atentos y sobre todo, se come muy bien. 


Nada más sentarnos, nos ofrecieron un poco de agua fresca y nos dieron las cartas, la verdad es que ya llevábamos una idea bastante clara de lo que íbamos a comer, pero siempre queda la entrada... Mientras esperábamos por los platos, nos pusieron un aceite arbequina de Jaen con sal rosa del Himalaya. Muy bueno, claro, nosotros somos fans del pan con un aceite rico. Y una crema de hongos con gambas, como aperitivo. Estaba riquísima. 

Como platos principales, elegimos el arroz de cefalópodos ligeramente crujiente con ajo-aceite de soja como entrada. La verdad es que estaba muy bueno, nos resultó muy curioso el arroz crujiente, aunque nos pareció que le sobraba un poco de tomate, el sabor sería más suave y cobrarían más protagonismo los cefalópodos que se notaba que eran fresquísimos y estaban muy muy buenos.



Como segundo, elegimos el steak tartare. A nosotros nos encanta este plato y aquí lo ponen de muerte, la carne bien picada, el punto justo de picante... buenísimo. Viene acompañado de una salsa Rossini, que hace que todavía se resalten más los sabores. 

No obstante como ya os comenté, no era la primera vez que lo visitábamos, y si no os atrevéis con el steak tartare, a mí me encantó el cochinillo confitado a baja temperatura con suave compota de piña. El sabor fuerte del cochinillo se complementa perfectamente con el dulzor suave y cremoso de la compota. Un plato muy especial. 

Ya sabéis que nos gusta probar cosas distintas en vino, así que elegimos un viña Consolación, un vino de Albacete, que estaba bastante bien. Un vino con cuerpo y un toque de madera, que estaba servido, como siempre a la temperatura perfecta. Detalle, aunque parezca mentira, que no consiguen en todos los restaurantes. 

Si vais con hambre y os apetece probar más de un plato, disponen de menús degustación muy bien de precio, hay un menú corto con aperitivo, dos entradas y un plato principal a elegir, postre y copa de vino por 28€; y un menú largo que consta de aperitivo, cuatro entradas, un segundo a elegir, postre, botella de vino y copa de ron, whisky o ginebra de importación, por 38€. 

Precio medio: 50€ (con vino)

Restaurante Salterius
Calle del Cristo, 16
28220 Majadagonda
Tfno. 91 639 40 46

viernes, 15 de julio de 2011

Recorriendo Los Lagos italianos II: Milán-Bérgamo-Verona

Y esta fue la siguiente etapa de mi viaje. Después de hacer noche en mi Milán del alma, tomamos rumbo a Bérgamo, una pequeña población de unos 100000 habitantes, al este de Milán. Bérgamo está divida claramente en dos ciudades: la amurallada y medieval città alta  y la moderna città bassa. Como somos madrugadores, llegamos temprano por la mañana, dejamos el coche en la parte baja de la ciudad (es lo más recomendable, ya que las calles de la città alta son estrechas y empinadas) y fuimos caminando hasta la taquilla del funicular. Hay que esperar un poco hasta que llegue tu turno, pero las vistas a la ciudad y a los Alpes que te ofrece no son equiparables a las del autobús, en el que también se puede llegar.

El casco antiguo en sí es muy manejable y puedes visitarlo dando un tranquilo paseo por sus calles. Si no me equivoco, era domingo, las calles aún estaban tranquilas y rápidamente nos encontramos con la preciosa Piazza Vecchia. ¿Os imagináis qué fue lo primero que hicimos? Pues eso, nos sentamos en una terracita a tomar un espresso con los bergamaschi (o bergamescos). Nuestra mesa era una ventana abierta a joyas arquitectónicas como el Palazzo Nuovo, el Palazzo della Ragione y la Torre del Campanone. Después del café, visitamos la Basílica románica de Santa María Maggiore y nos acercamos a la fortaleza de La Rocca y a lo tonto a lo tonto, nos dio la hora de comer.


Como nos quedaba mucho coche por delante, decidimos no hacer una comida demasiado copiosa y entramos, un poco al azar y comiendo con los ojos, en la La dispensa di Arlecchino. El local estaba muy bien decorado, muy modernillo y se comía bastante bien, pero más bien de picoteo, fiambres, quesos, vinito, etc.



Y en la misma calle, justo al lado, está la famosa Pasticceria Cavour, un salón de té inaugurado en 1850. Me encantan estos sitios de tanta solera, un poco ñoños a veces, donde los camareros van enseñoritados con su pajarita. Os recomiendo que os compréis unos dulces antes de iros.


De camino a Verona hicimos una parada en la parte sur del Lago di Garda, es la parte donde se ensancha y casi parece un mar. Nos detuvimos en Sirmione, una estrecha península que se adentra en el lago, al final hay un islote con un castillo desde el que contemplar unas magníficas vistas del lago. Por lo demás, no tiene demasiado interés. Es una especie de "decorado" abarrotado de turistas alemanes e ingleses en busca de sol, un lugar completamente prescindible, hacedme caso.



Salimos de allí rápidamente para llegar al atardecer a Verona. Como ya era algo tarde, lo primero que hicimos fue buscar un sitio donde nos dieran de cenar y, al llegar a la plaza del anfiteatro de la Arena di Verona, a nuestra izquierda vimos la Trattoria Giovanni Rana. Es un restaurante clásico donde degustar todo tipo de recetas, no solo pasta. Como hacía una buena temperatura, nos sentamos en la terraza y nos decantamos por pedir un plato de pasta muy típico de allí, Picci alla sarde, una especie de espaguetis gruesos condimentados con una salsa hecha a base de sardinas. Puede no parecer muy apetitosa con esta descripción, pero os aseguro que estaban para chuparse los dedos.

Después de la cena, paseamos hasta llegar a la Piazza delle Erbe, el centro neurálgico de la ciudad. Me quedé boquiabierta al verla. Es una pena que los tenderetes que hay en el centro de la plaza impidan disfrutarla en todo su esplendor. Verona es una ciudad pequeña, así que acabarás pasando una y mil veces por los mismos lugares: Piazza dei Signori, la Arena, la Casa di Julietta, sin demasiado interés y llena de gente dejando mensajitos de amor eterno. En fin, no voy a enumeraros cada monumento o edificio de interés histórico que hay en la ciudad, pero creedme si os digo que es una ciudad de una belleza extraordinaria.



Es además una ciudad con mucha vida, tiene buenas tiendas, hay ambientillo nocturno y ofrece ofertas culturales interesantes. Nosotros asistimos una noche a una representación de la ópera Aída de Verdi en la Arena. Vale la pena como curiosidad, es algo que no se hace todos los días, aunque la acústica a mí no me pareció demasiado buena, costaba un poquito oír lo que cantaban (cierto es que nuestros incómodos asientos no eran los mejores...). Las entradas se pueden comprar con antelación por Internet y se recogen con facilidad en distintos puntos de la ciudad.

Después, nos acercamos al conocido Caffè Filippini, en la Piazza delle Erbe, a tomarnos una copa. Un broche de oro para aquella noche.



Y broche también para esta segunda etapa del viaje. Os animo a conocer estos dos rincones italianos aún sin masificar. Ahora además, gracias al aeropuerto de Orio al Serio de Bérgamo, están mucho más cerca de nosotros y a un precio razonable.

miércoles, 13 de julio de 2011

Olivia te cuida

Y vaya si te cuida. Hace tiempo que tenía gana de conocer Olivia te cuida, voy a menudo por la zona y siempre me encontraba las puertas cerradas y es que mi horario nunca coincidía con el suyo, pero la semana pasada vi en facebook que abrían este sábado y no dudé en reservar. 

Es un sitio diminuto pero con mucho encanto. Me recordó a un restaurante que te encontrarías en la Provenza. Dos ventanas con marcos de madera blanca hasta el suelo, flanqueada una de ellas por una mesa muy bien ubicada y un banco muy apetecible en la calle, invitan desde la calle a ver qué hay dentro.


Y dentro hay poco más, una mesa metálica para unas diez personas, otra mesa para dos y una especie de aparador largo con taburetes, son todos los sitios que podrás encontrar en Olivia te cuida. Nosotros comimos en la mesa metálica que compartimos con otras tres parejas y una señora que comía sola.


Al principio puede parecer un poco "raro" pero luego, la verdad, es que le da también su gracia. Nosotros no nos sentimos incómodos en ningún momento.

Olivia te cuida porque tiene una carta de lo más saludable. Tienes la opción de comer a la carta y también te proponen tres tipos de menús en los que puedes mezclar en un único plato varias selecciones: vegetales, grano o ensalada por 7,50€; mezcla de dos platos de vegetales, grano o ensalada + un plato principal por 9,50€; y mezcla de tres platos de vegetales, grano o ensalada + un plato principal por 11€.

Yo elegí la primera opción y combiné las berenjenas asadas con granada, queso scamorza, hojas de albahaca y piñones; la ensalada de mango y zanahorias; y el cuscús ecológico a la menta con garbanzos, tomate confitado, tomate cherry, pasas y albahaca. La verdad es que estaba todo buenísimo, la berenjena me encantó, estaba riquísima, asada en su punto perfecto y la verdad es que el queso le daba un punto muy suave y buenísimo. El cuscús, elección que compartí con mi chico, estaba muy rico también, suave y con una mezcla de sabores estupenda. La ensalada fue lo que menos me enamoró porque llevaba cilantro y no soy una admiradora, precisamente a pesar de que ahora está muy de moda. Pero, aún así, no quedó ni la raspa de nada. 

Mi chico eligió el cuscús, que nos encantó a los dos; la ensalada de aguacate, manzana y nueves, que también le gustó mucho; y el atún en costra de cilantro e hinojo con salsa fresca de mango, pimiento y hierbabuena. El atún estaba crudo y aunque para nosotros el cilantro quita mucho sabor, estaba muy rico. Realmente es un sitio interesante si quieres comer sano y ligero un día por semana. ¡Suerte de los que trabajan por la zona y pueden disfrutarlo a diario!


Además, Olivia te cuida abre todos los días de lunes a viernes desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche, para ofrecer desayunos, comidas, entrehoras y lo que se tercie.


Precio medio: 15€ (plato, vino por copas y café)

Olivia te cuida
Santa Teresa, 8
28004 Madrid
Tfno. 91 702 00 66

lunes, 11 de julio de 2011

Recorriendo Los Lagos italianos I: Milán-Lago di Como-Milán

Como os comentaba en la entrada sobre Milán, esta ciudad es el lugar idóneo desde el que descubrir la zona norte de Italia, una zona que no suele ser tan frecuentada por españoles, más habituales del circuito Roma-Florencia-Venecia. Yo tenía muchas ganas de conocer este lugar animada, en parte, por una amiga apasionada de la escalada que me había hablado de sus maravillas y de su impresionante paisaje. En las próximas entradas, y sin ánimo de resultar pesada, intentaré contaros de la manera más amena posible mi viaje por los grandes Lagos. Y la historia comienza así:

Milán-Lago di Como-Milán
Habíamos alquilado un coche y, después de desayunar un espresso macciato y un brioche en Choco Cult, salimos rumbo a Como. Está a unos 70 km de Milán, se llega rápido en coche, aunque hay algo de tráfico, ya que es la carretera que te lleva al aeropuerto de Malpensa. Si lo prefieres, también puedes coger un tren en la estación de Cardona, el viaje dura aproximadamente una hora. Nosotros llegamos a media mañana, era sábado y había mercado, dejamos el coche en un párking algo alejado del centro y fuimos caminando hasta el casco antiguo. El pueblo es realmente bonito, algo turístico, eso sí, sobre todo si vas en agosto (como era nuestro caso). Hizo un día de sol y calor estupendo, fue una suerte, porque si te toca un día de niebla no puedes disfrutarlo de la misma manera. Paseamos por sus animadas calles empedradas, visitamos la Catedral y la Basílica de San Fedele. Muy cerquita de allí visitamos la tienda gourmet Visini. Luego nos acercamos a las orillas del Lago, dimos un tranquilo paseo a pie su orilla. También hay barquitas para recorrer sus aguas e ir haciendo paradas en los distintos pueblos que jalonan sus montañas e incluso un funicular.


Comimos en Il Pomodorino, como siempre, tardamos un poco en encontrarlo, ya que estaba apartado del bullicio y escondido entre las estrechas callejuelas. Entramos animados por los consejos de la guía Lonely Planet, que no suele fallarnos. La decoración era un poco llamativa, muy italiana... Comimos en el jardín, por su puesto. Hacía bastante calor y, como no debía de ser muy conocido entre los turistas, comimos prácticamente solos. Todo estaba muy rico, era mi cumpleaños y resultó una comida de lo más agradable.

Después de comer, continuamos nuestro viaje bordeando los dos brazos de la Y que forman el Lago. De vez en cuando nos deteníamos para hacer fotografías y disfrutar del paisaje. A media tarde llegamos a Bellagio, muy  bonito, aunque algo turístico también. Sin embargo, hay que pararse aquí, aunque solo sea para ver el punto donde se unen los dos brazos de la Y. Sin palabras!


Terminamos el día en Lecco, este pueblecito rodeado de montañas resultó ser un lugar muy tranquilo y nada turístico, me encantó, era la auténtica Italia. Se nos había hecho un poco tarde y todas las tiendas estaban cerradas, ya sabéis que en Italia, aunque tienen un caracter abierto y fiestero, siguen el horario europeo. Solo pudimos tomar un mojito y el aperitivo en la plaza del pueblo y dar un paseo por el ya iluminado Lago. Llegamos a Milán justo para dormir y coger fuerzas para el resto del viaje que estaba por venir.

viernes, 8 de julio de 2011

La Paillote

Si este año tenéis la suerte de visitar la maravillosa isla de Cerdeña, no podéis dejar de pasaros por La Paillote, en Cagliari. El dueño del B&B en el que nos alojamos nos recomendó que nos acercáramos por allí los miércoles por la noche porque había menos turistas y un ambiente estupendo. 

Renato acertó de lleno. El sitio nos encantó. Es un restaurante con terraza, solarium y playa privada, rodeado de naturaleza y mar exclusivamente. No me digáis que no querríais estar allí ahora mismo.


Nos acercamos el miércoles por la noche, como nos recomendó Renato, para tomarnos unos mojitos. Tengo que reconocer que no eran los mejores del mundo, pero nos supieron a gloria en aquella terraza increíble con la luna reflejándose en el mar.


Nos gustó tanto que decidimos reservar unas tumbonas y pasar allí el día siguiente. Reservar la tumbona con toalla durante todo el día costaba 8€ y no lo pensamos. Llegamos los primeros por la mañana y nos hicieron esperar un poco por las toallas, así que nos compensaron con un zumo de frutas una vez espachurrados en nuestra maravillosa hamaca...


A medio día, subimos a comer a la terraza, la verdad es que pensábamos que nos iban a clavar por comer en aquel sitio y cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que por el buffet que tenía de todo e incluía bebida, cobraban 15€. 




La Paillote es un sitio precioso para comer, tomar el sol, tomar el aperitivo, un café, un vino al atardecer o para cenar y tomar unas copas de noche, lo que se os ocurra. Además, no me digáis que no es romántico.

La Paillote 

Viale Calamosca sn

Loc. Calafighera

09126 Cagliari 

miércoles, 6 de julio de 2011

La Caraba

El verano ya se ha instalado entre nosotros y, pensando en el sol y la playita, me he acordado de este restaurante menorquín que me habían recomendado. Cuando llegué a la isla hice la reserva inmediatamente porque no quería perdérmelo, pero la mala suerte quiso que el día que teníamos la cena pillara una insolación de aquí te espero y me pasara el día enclaustrada en mi habitación, no son necesarios más detalles... El caso es que llamé para cancelar la cena, les expliqué lo sucedido y, como ya no me quedaban demasiados días en la isla, rápidamente me hicieron un hueco en su concurrida agenda.

El restaurante está situado en una típica casa menorquina a las afueras de Mahón en la carretera de Sant Lluís. Nos costó un poco encontrarlo y dimos unas cuantas vueltas con el coche. Lo cierto es que pasábamos una y otra vez por delante de él, pero no lo veíamos! Una ventaja si vas en coche es que disponen de aparcamiento, eso sí, está repletito.  



El interior se divide en dos pintorescos comedores de paredes blancas, nosotros cenamos en la terraza-jardín, rodeada de parras y por aquel entonces iluminada de forma muy original con guirnaldas de bombillitas de luz blanca, como si de una feria se tratara.


Se trata de un restaurante de cocina creativa, pero a la vez muy menorquina. No recuerdo exactamente qué fue lo que pedimos, yo creo que me tomé unos chipirones, me encantan, pero no estoy del todo segura. El caso es que todo estaba buenísimo y no le pusimos ni una sola objeción a nada, postre y café incluidos. Aquel día cenamos sin vino, la carta era más que correcta, pero yo no acababa yo de encontrarme del todo bien y mi marido por solidaridad, se unió a una noche de abstemia. El servicio era joven, desenfadado y muy, muy amable. 

Realmente fue la mejor cena en Menorca: buena comida, buen trato y excelente entorno. Os animo conecerlo. Eso sí, tened en cuenta que solo da cenas, abre seis meses al año (de mayo a octubre) y en verano es necesario hacer reserva.

Precio medio: 35-40 euros

La Caraba
S'Ullestrar 78
Sant Lluís (Menorca)
Tel.: 971 150 682

lunes, 4 de julio de 2011

Restaurante Albedrío

En nuestra entrada sobre Cádiz, ya os anunciábamos que os hablaríamos sobre el sitio en el que habíamos comido en Zahara de los Atunes, y aquí va.

"Voluntad no gobernada por la razón sino por el apetito." Es la definición de su propio nombre, que reza en una de las paredes de Albedrío, un pequeño restaurante que descubrimos en Zahara de los Atunes. 




Albedrío fue nuestro primer contacto con Cádiz, casi recién aterrizados y después de dar un par de vueltas por el pueblo, que por cierto, nos pareció muy guapín, llegamos al restaurante. Llegamos acalorados, así que al vernos así, lo primero que nos ofrecieron fue una cerveza fresca, riquísima, que nos sentó de miedo antes de empezar a comer. Después de retomar el aliento y de relajarnos un poco comentando los detalles del restaurante, uno de los dueños se sentó con nosotros en la mesa para preguntarnos qué nos apetecía tomar, si había algo que no nos gustaba o alguna alergia para ayudarnos con la elección. El detalle nos encantó, se nota que es alguien que vive lo que te está contando y ya tienes la seguridad de que lo que vas a comer, será por lo menos, honesto.

Y vaya si lo fue, en Albedrío mezclan la cocina local con influjos orientales e italianos y la mezcla es explosiva. Abrimos boca con una pasta, eran unos gnocchis rellenos de frutti di terra: tomates secos, berenjena ahumada, ricotta y setas, acompañados de una salsa de queso parmesano, frutos secos, trufa y rúcola. Estaba buenísimo, todos los sabores están muy equilibrados y bien ensamblados, de manera que consiguen un sabor suave pero intenso. 

El siguiente plato fueron los tacos de atún, trozos lomo marinado con soja, acompañado de wasabi, chalota y huevas de pez volador, y con una guarnicion de  guacamole, salmorreta, cebollitas encurtidas y maíz frito. Sabéis que no solemos poner fotos para que quede algo de misterio, pero en esta ocasión nos pareció tan bien presentado que aquí lo tenéis.


Tienen buena pinta, ¿verdad? Pues no sabéis lo bueno que estaba. Delicioso y sorprendente creo que son los adjetivos que mejor definen la mezcla de sabores de este plato. 

Y por último, chipirones encebollados con jugo concentrado de sus corales, es una versión de un plato tailandes. Están rellenos de cebolla y llevan una compota de tomate con curry thai, albahaca, aire de lima y sabores como lima kafir y citronela. Riquísimos, nos encantaron igual que nos encantó el restaurante, la atención y el buen ambiente que se respiraba. 

Y para terminar la comida, nos tomamos unos gintonic. Tienen una carta de ginebras bastante amplia y nos recomendaron una Mombasa, más seca para mí que estaba muy muy rica; y una Magellan, más afrutada que a mi chico le encantó. 


Como podéis ver por las fotos, el restaurante es igual que su comida, muy especial. Está dividido en dos zonas, una más luminosa rodeada de ventanas y con una decoración ligera y acogedora. Y otra zona con una pequeña barra y más mesas decorado en un estilo similar, sin ventanas, pero también muy cálida.



Después de comer, estuvimos comentando con ellos el decorado del restaurante, y nos contaron que casi todo lo hacían ellos o amigos de la zona que colaboraban con detalles que convertían al restaurante en un lugar muy personal y un tanto especial. Os lo recomendamos mucho. 

Restaurante Albedrío
C/ Pajares, 9
11393 Zahara de los Atunes (Cádiz)
Tlf 956 43 93 86
http://www.albedrio.es/

viernes, 1 de julio de 2011

Milán

Mi marido tuvo que trabajar durante una época en esta ciudad del norte de Italia. La distancia, lejos de resultar un inconveniente, le dio salsa a aquella etapa de mi vida permitiéndome viajar allí con asiduidad y dándome la posibilidad de conocer la ciudad sin prisas ni agobios. Me habían advertido de que era una ciudad gris y sin atractivo, pero qué queréis que os diga, a mí me resulta un lugar de lo más interesante. Bien es verdad, que siempre que iba hacía una temperatura agradable y no llovía, y eso ayuda a tener una visión más positiva de un lugar.
Obviamente, no es equiparable a ciudades italianas como Roma, Florencia, Venecia o Verona en las que todo lo que te rodea es puro arte. Milán no es una ciudad monumental, a excepción de la Catedral, no encuentras monumentos ni iglesias a cada paso, pero tiene otros atractivos que a mí me conquistaron rápidamente. Una de las cosas que más me gustó es que podía pasear por sus calles sin tropezar con miles de turistas cámara en ristre, lo que me permitía ver de cerca cómo vivían los milaneses.
Básicamente, dedicaba las mañanas a pasear por las zonas más céntricas de la ciudad como el Castillo Sforzesco, el Palacio de la Bolsa, la Galería de Vittorio Emanuele, llena de tiendas y cafeterías, el Duomo (merece la pena subir para ver de cerca sus imponentes picos góticos y disfrutar de las vistas de la ciudad desde lo alto. Resulta muy curioso porque realmente estás caminando por el tejado de la catedral! Aunque he de reconocer que mi cuenta bancaria no da para tanto, no pude resistirme a echar un vistazo al Quadrillatero della Moda formado por Via Montenapoleone, Via Sant Andrea, Via Monzani y Via de la Spiga. Es curioso ver tanto lujo y gente adinerada entrando y saliendo de las mejores tiendas de diseñadores italianos como Armani, Dolce & Gabanna, Ferragamo, Gucci, Missoni, Prada, Trussardi, Valentino o Versace. A media mañana reponía fuerzas en Princi una panadería, de diseño cómo no, donde tomar algo rápido dulce o salado.


Pero Milán no es solo lujo y glamour, en la Pinacoteca de Brera encontrarás obras de artistas como Rubens, Rebrandt, Tiziano, Caravaggio, Tintoretto, etc. Y en el Cenácolo Vinciano quédate boquiabierto con la Última Cena de Leonardo da Vinci. Ojo, hay que comprar la entrada con antelación, puede hacerse por internet o colarse con alguna visita que salga… Completamente distinta es la Triennale, un centro de exposiciones de arte moderno y diseño sobre temas muy variados. Tiene una librería preciosa con libros interesantísimos de arquitectura, diseño, arte contemporáneo… y una cafetería muy agradable con mesitas redondas y sillas diferentes en cada mesa. Y para los más melónomanos siempre os queda el Teatro alla Scala.

Al atardecer tocaba acicalarse y salir a disfrutar del famoso aperitivo milanés. La copa se pagaba un poco cara, pero ya casi no te hace falta cenar… Yo solía ir a la zona de Corso Como, allí en Corso Como 10 puedes tomarte una copa mientras disfrutas de un aperitivo. Este lugar es además una tienda de decoración, de ropa y un restaurante. Es toda una institución allí. En primavera tienen un jardín donde es una delicia estar.

Y si después del aperitivo seguís teniendo hambre, a un paso de allí está Fabbrica una pizzería donde se come fenomenal y está muy bien puesta. Otras alternativas son el barrio bohemio de Brera o il Naviglio. Uno de los restaurantes más famosos de este último es Il Brellin, fue un antiguo lavadero. Mi marido me llevó allí a comer una cotoletta a la milanesa, resultó muy romántico, aunque tardaron un poco entre plato y plato.
Y no os podéis ir de Milán sin tomaros un rico helado. Casualmente, cerca de donde vivíamos la heladería Chococult ponía unos helados de escándalo. Incluso a la una de la madrugada la gente paraba la vespa se tomaba allí el helado y luego continuaba la noche. Y en la misma calle estaba también la famosa Gelateria Marghera, donde la gente hacía cola para comerse el helado en la misma acera o incluso en la calzada.

 
Os animo conocer esta ciudad italiana, es además un estupendo punto de partida para un viaje por toda la zona de los lagos italianos de los que hablaré en próximas entregas. Y si venís a esta ciudad, cuidado al cruzar, los tranvías recorren todas sus calles y es fácil despistarse. Arrivederci!!