jueves, 22 de diciembre de 2011

Ordning & Reda

Hace ya unos cuantos años, cuando pasaba los veranos en Inglaterra me quedé prendada de sus papelerías, nunca había visto nada semejante. Eran unas tiendas enormes llenas de papeles, sobres multicolores, tarjetas, sofisticados bolígrafos, etc. Me maravillaron tanto que mi sueño durante mucho tiempo fue montar una tienda similar cuando fuese mayor. Aunque la vida me ha llevado por otros derroteros, mi afición por el mundo de la papelería me sigue acompañando, y tiendas como Ordning & Reda siempre están entre los lugares que visito con asiduidad y nunca me defraudan.


Se trata de una firma de orígen sueco, cuyos artículos se caracterizan por la sencillez, las líneas puras, la funcionalidad y su exquisito diseño al más puro estilo escandinavo. Aquí puedes encontrar de todo y para todos los gustos: agendas, álbumes de fotos, archivadores, cuadernos, bolígrafos, tarjetas, etc. Y si sus productos ya son un reclamo en sí mismos, no lo son menos sus tiendas con estanterías de un blanco impoluto en las que todo está escrupulosamente clasificado por colores. Sencillamente, irresistible.


En Navidad, más que en cualquier otra época, siempre encuentro miles de detalles con los que felicitar a mis seres queridos, decirle a alguien que le quiero, celebrar la llegada de un nuevo miembro a la familia o sorprender a un buen amigo. Deseo que os guste tanto como a mí. Feliz Navidad!



Ordning & Reda
C/ Serrano, 98
Madrid




lunes, 19 de diciembre de 2011

Las retamas del regajal

El hermano pequeño de uno de mis vinos favoritos, El Regajal, llega pisando fuerte. Se trata de un vino más joven, con 6 meses de maceración en barrica de roble para el que se seleccionan uvas de la mejor calidad de las variedades Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot.

El resultado es un vino muy redondo, afrutado pero con presencia de la madera, que lo convierte en un vino sabroso, fino y equilibrado. Tiene el regusto de las frutas negras, tipo ciruela o cerezas bastante característico en los vinos de Madrid. Nosotros tomamos Las Retamas con legumbres pero es un vino con cuerpo suficiente para aguantar una carne. 


Os invitamos a que descubráis los vinos de Madrid, es una D.O. que nos está sorprendiendo mucho por la calidad de los productos que ofrecen. Podéis tomar Las Retamas como punto de partida y avanzar después hacia otros vinos más complejos. Seguro que os enganchan. 
Precio: 9,90€.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Vintage Lounge

Hacía tiempo que un restaurante no nos sorprendía tan gratamente. Vintage Lounge se encuentra en un semisótano en plena Castellana, ¿pero nadie lo diría verdad? Las contraventanas de madera blanca que recorren una de sus paredes simulan la luz natural que entraría por ellas en los distintos momentos del día. Así, si a mediodía tienen la luz resplandeciente que veis en las fotos, a medida que avanza la tarde la luz se va haciendo más tenue y toman más protagonismo las luces indirectas que se reflejan en los espejos que copan columnas y paredes y dan al restaurante un aspecto más acogedor. 


Nada más llegar nos llamó la atención la entrada del restaurante. El aspecto exterior es más de un local nocturno un pelín trasnochado. Sin embargo, el interior resulta sorprendente, te encuentras un local decorado con mucho gusto que dispone de una zona de coctelería con mesas altas y alguna baja de butacas tapizadas igual que las del resto del restaurante. Esta zona se mantiene abierta desde la 1 y media de la tarde hasta las 2 y media de la madrugada, de manera que te puedes tomar un cóctel antes de la comida o cena o una copa después y alargar la sobremesa. Las sillas se prestan, además, a charlar y disfrutar de una larga estancia porque además de bonitas, resultan muy cómodas. 

 

Otro detalle destacable es que tienen una especie de minipercheros junto a las mesas para que puedas dejar el bolso, las chaquetas o bufandas y no te molesten en el respaldo de la silla.

Además de ser muy muy agradable, la amabilidad exquisita de su personal y la calidad de la comida completan la rueda de este restaurante del que salimos encantados. Para empezar, nos pusieron un aceite de Jaén que mezclaba las variedades royal y picual, acompañado de sales Soso a elegir. Escogimos una de higo y otra de azafrán, las dos estaban buenísimas, pero la de azafrán nos sorprendió particularmente. Nos contaron, además, que la aceituna royal era una variedad muy poco frecuente que se estaba recuperando y con bastante éxito creemos.

Después, nos deleitaron con una mouse de bogavante y esencia de crustáceos como aperitivo de la casa, exquisito, no podemos decir otra cosa, la textura era perfecta y la intensidad de los sabores increíble. 

De primero, estábamos un poco típicos y pedimos unas patatas bravas Vintage y un par de croquetas suaves de carabineros. Las croquetas venían acompañadas de una salsa americana que les daba un toque perfecto a unas croquetas con un rebozado muy fino y un sabor intenso a carabineros. 

De segundo, pedimos steak tartare y jarrete glaseado de cordero con puré de patata, pan de romescu y cebollitas al Oporto. El steak tartare estaba muy bien cortado, el sabor perfecto y el punto de picante estupendo conseguido sin el tabasco tradicional. El jarrete glaseado, muy tierno, conseguía con la mezcla de todos los ingredientes del plato un sabor delicioso. 

Y de postre, tomamos una tarta de zanahoria con un par de cafés con leche, que estaba también riquísima y aunque la ración era un poco menos abundante que la de los platos principales, se compensó con un vino dulce al que nos invitaron. Se trata de un Vi de Glass, un vino del Penedés fermentado a baja temperatura, Gewurztraminer 100%. Un descubrimiento.

Para acompañar la comida elegimos un vino del que ya os hablamos, el Petit Hipperia y es que nos sorprendió muy gratamente una carta de vinos muy variada, con denominaciones distintas, muy buscadas y especiales que refleja perfectamente las pretensiones del restaurante. Después, investigando un poco sobre el restaurante, descubrimos que Carmen González, que está al frente de la sala, fue elegida mejor Sumiller de Madrid en 2010. 

Y es que no me diréis que no es especial este rincón que se puede reservar para probar el menú degustación, ¿verdad?


Precio medio 50€ (con vino)
Vintage Lounge
Castellana, 56
28045 Madrid
Tel. 91 564 50 27

lunes, 5 de diciembre de 2011

Dean & Deluca

Debe de ser el cansancio tras unos meses de trabajo intenso, pero el caso es que el otro día compartiendo una copa de vino y una buena conversación con una amiga, nos pusimos a hablar de viajes futuros y de nuestros mejores viajes pasados. Fue entonces cuando vino a mi mente uno de mis viajes preferidos y volé hasta Nueva York. Quien pudiera estar allí ahora mismo! Fui en el mes de mayo, cuando la primavera estaba en plena ebullición, pero me encantaría poder pasar unos días en esta fría época del año y ver cómo viven la Navidad los neoyorkinos.

Como ya sabéis, cuando voy a una ciudad disfruto tanto o más visitando tiendas gourmet o mercados, como monumentos y museos. A los afortunados que dispongáis de unos días libres esta Navidad y hayáis pensado en viajar a la Gran Manzana, os recomiendo visitar la tienda Dean & Deluca del Soho.


Se trata de una especie de supermercado, deli y café en el encontrar todos los productos que podais imaginar: frutas y verduras frescas, panes, suculentos dulces, pasta fresca, salsas, aceites, quesos de todas las partes del mundo (franceses, italianos y hasta queso manchego), vinos, café, utensilios de cocina, libros...




La tienda es preciosa, está decorada en blanco y negro, con largos pasillos llenos de estanterías metálicas. Los empleados van vestidos de blanco impoluto y siempre tienen una sonrisa en su cara. Sin duda, es un lugar para dejarse perder un buen rato y, por supuesto, comprar algo. Puedes tomarlo allí mismo o también llevártelo y comerlo mientras paseas por el Soho, al más puro estilo neoyorkino. Ojalá hubiera más tiendas así en España...

Dean & Deluca SoHo Store
560 Broadway (at Prince Street)
Nueva York

jueves, 1 de diciembre de 2011

San Miniato al Monte (Florencia)

Como ya os he comentado en otras entradas, durante unos años de mi vida tuve la posibilidad de viajar a Italia con asiduidad y conocer algunas de sus principales ciudades y parajes más bonitos. Así fue como pude visitar Florencia en varias ocasiones y adentrarme en recorridos poco frecuentados por las ordas de turistas que toman la ciudad a lo largo de todo el año. Aunque algunos viajeros no se den cuenta, tras sus monumentos y emblemáticos museos, en Florencia también se tiene la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza y alejarse durante unas horas de la masificación y de los flashes de las cámaras fotográficas.

Y ese fue nuestro plan para una calurosa tarde del mes de agosto. Cruzamos el Ponte Vecchio y llegamos al Oltrarno, bordeamos los Jardines del Boboli y, tras un largo paseo de unas dos horas entre árboles y flores, conseguimos llegar a la cima del Monte alle Croci, en el que se alza la bellísima basílica de San Miniato al Monte.


San Miniato es una de las mejores iglesias románicas conservadas en la región de la Toscana. Su exterior es similar al resto de edificios florentinos con el característico mármol blanco y verde. Pero al entrar me quedé boquiabierta, ya que su interior era muy distinto al de otras iglesias que había visitado en las que solo encontré un decepcionante espacio diáfano. Lo que más me gustó de San Miniato fue su coro, alzado respecto a la cripta y el ábside, los frescos, la rueda del zodiaco y los motivos geométricos del suelo. Además, tuvimos la suerte de llegar a la hora en que los monjes benedictinos se reunían para cantar gregoriano. Una experiencia única que jamás olvidaré.

Y si pensábamos que ya lo habíamos visto todo, al salir pudimos contemplar cómo caía la tarde sobre Florencia. Como estábamos agotados nos sentamos en un banco y cogimos fuerzas para continuar el camino de vuelta.


En resumen, os recomiendo este lugar sin duda alguna. A pesar de la caminata que hay que darse (hay un autobús que te deja cerca, aunque no es lo mismo), encontraréis una de las iglesias más bonitas de Florencia y si por lo que sea, ya estais un poco saturados de tanto templo, merece la pena llegar hasta aquí aunque solo sea por las vistas. Os aseguro que al atardecer resulta un lugar de lo más romántico y singular.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Pago de Vallegarcía

En plenos Montes de Toledo, muy cerca del Parque de Cabañeros, del que ya os hablamos en nuestra entrada El Refugio de Cristal, se encuentra nuestro último descubrimiento en vinos: El pago de Vallegarcía. 

Ya sabéis que nos gusta probar distintas denominaciones de origen e intentar decubrir cosas nuevas dentro de la gran variedad de vinos que nuestro país nos ofrece, afortunadamente. Pues bien, en esta búsqueda incesante, dimos con esta bodega que cultiva las variedades de uva francesas por antonomasia en tierras manchegas con gran acierto. 

El primer vino en caer en nuestras manos fue Hipperia 2005 y caímos rendidos. Es un vino con cuerpo, color cereza oscuro, precioso y muy equilibrado. La mezcla perfecta de merlot, cabernet sauvignon, petit verdot y cabernet franc hacen que merezca la pena pagar los 23,50€ que vale este vino. Apuntadlo para una ocasión especial, no os defraudará.






Nuestra segunda incursión en esta bodega fue con el Syrah 2006 (20,40€). Riquísimo. Tiene el típico regusto vegetal de esta uva, pero es afrutado, recuerda a picotas y frutas maduras, que se ven reflajadas también en el color: oscuro, con lágrima y elegante. 

Y la última maravilla en caer en nuestras manos, fue Petit Hipperia 2008 (13,70€). El hermano pequeño de la bodega es una alternativa perfecta si quieres conococer estos vinos por un precio módico. Mezcla las variedades merlot, cabernet sauvignon, petit verdot, cabernet franc y syrah; tiene un sabor suave a tostados, es dulce, pero equilibrado y muy sabroso. 

Prometemos probar en breve el Viognier y contaros qué tal se le da el blanco a esta bodega manchega. El tinto ya sabemos que se les da genial. Probadlo, no os defraudará.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Baby beef Rubaiyat

A mi chico le habían hablado muy bien de este restaurante y, como forofos de la buena carne, decidimos acercarnos un día para ver si todo aquello que nos habían contado era cierto. En realidad son dos restaurantes en uno. En la planta baja Porto Rubaiyat, especializado en pescado) y a pie de calle Baby beef Rubaiyat, dedicado exclusivamente a la carne. Una carne criada por argentinos en tierras brasileñas. Con esta mezcla explosiva podréis imaginar la calidad del producto que ofrecen: excepcional.
 

Fuimos en un caluroso día de verano madrileño y nos sentamos en su agradable terraza llena de frondosos árboles que nos protegían completamente del sol y que nos permitieron comer sin pasar ni una pizca de calor.


Nada más sentarnos una chica nos trajo unos aperitivos y una bandeja enorme con una gran variedad de panes elaborados en su propio horno (había tantos que era difícil elegir). De primero, tomamos ensalada de bogavante con tartar de atún, manzana y vinagreta de mango. Y de segundo, un par de ricos solomillos en su punto. Las raciones son abundantes y con tanto pan, no pudimos probar los postres. Terminamos la comida con un café acompañado de unas trufas y unas tejas. La carta de vinos es muy amplia y ofrece desde vinos de renombre (caros) hasta vinos más desconocidos pero de gran calidad y a precios más ajustados.


Nos atendieron fenomenal, continuamente pendientes de nosotros pero sin agobiar, aunque en el café se relajaron un poco porque no había manera de que nos trajeran la cuenta... Sin duda, un lugar más que recomendable, yo volveré esta primavera para poder disfrutar nuevamente de su comida y de su terraza.

Precio medio: 60 euros por persona con vino

Rubaiyat
Juan Ramón Jiménez, 37
28036-Madrid
91 359 10 00 y 91 359 56 96


domingo, 20 de noviembre de 2011

Auprès du Clocher, una excusa para volver a la Borgoña

Esperábamos que la Borgoña iba a deleitarnos con buen vino y una excelente gastronomía, y eso fue exactamente lo que encontramos en Auprès du Clocher


Los propietarios del hotel en el que nos alojábamos, Le Clos du Colombier, nos recomendaron el restaurante con mucha pasión, así que les pedimos que nos reservaran y allá que nos fuimos a probarlo. Lo cierto es que desde fuera el aspecto es extraño, porque no tiene grandes cristaleras o el aspecto de un restaurante tradicional. Y es que el único "pero" que tiene el restaurante es que es de difícil acceso para gente con problemas de movilidad o con sillas de niños porque hay que subir unas cuantas escaleras hasta acceder al restaurante que está en la primera planta. 

Es imprescindible reservar con unos días de antelación y si lo hacéis, os recomiendo que pidáis una de las mesas junto a la ventana, están en una especie de apartado, y me parecieron muy especiales, muy íntimas. 





El interior del restaurante es clásico pero elegante y conjuga con mucho acierto, las sillas tapizadas con cuadros y esculturas divertidas y muy actuales, que se venden en el mismo restaurante. 

Auprés du Clocher ofrece menús entre 24 y 65€, pero nosotros preferimos comer a la carta. Un personal, escaso, solo dos personas para toda la sala, pero muy amable y eficiente, nos recomendó un vino de Chablis 2007 (29€) que estaba buenísimo. 

Nos trajeron como aperitivo un gazpacho con queso blanco que estaba espectacular. Nos llamó mucho la atención que en casi todos los restaurantes de la Borgoña ofrecían gazpacho, qué irónico que hayan hecho suyo un plato de la comida española que representa una filosofía de vida tan opuesta a la suya. 

En cualquier caso, el gazpacho estaba espectacular. Después, yo pedí un escalope de canard poêlee y mi pareja la piece de filet de bouef rotie, foiegrass poêlee aux moilles. Todo estaba increíble. Parece ser que el restaurante podría tener su primera estrella michelín en breve y de verdad que no me extrañaría porque la calidad de la cocina es realmente buena. 

Y de postre, nos deleitaron con la mejor tabla de quesos que probamos en Borgoña, al mismo nivel en calidad que la de Bernard Loiseau, del que ya os contaremos en otra ocasión, aunque la de este último ofrecía una variedad mucho más amplia. Nos acercaron el carro que tendrá una docena de quesos, del que puedes probar tantos como desees. Nosotros probamos la mitad y todos estaban riquísimos. En ese momento supimos por qué los quesos franceses tienen tanta fama. 


En todos los restaurantes que probamos en Francia los platos son bastante abundantes, así que a no ser que seáis de mucho comer, os recomendamos no pedir un primero porque entre los aperitivos que te ponen y el postre, es más que suficiente. 

Merece la pena volver a la Borgoña solo por volver a comer en este restaurante. Es de los que dejan huella. 

Precio medio 50€ (con vino)

Auprès du Clocher
1 rue de Nackenheim
21630 Pommard 
tel. +33 (0)3 80 22 21 79

jueves, 17 de noviembre de 2011

Summerbird

A nadie amarga un dulce, ¿verdad? Eso mismo pensé yo cuando, paseando por Copenhague, me encontré con esta chocolatería. Es un lugar muy pequeñito, situado en el barrio de Verstebro (el Meet Packing District a la danesa). Está decorado con un exquisito gusto nórdico, un mostrador y unas vitrinas llenas de chocolates son suficientes para hacer las delicias de los visitantes.


En aquel momento no había nadie en la tienda y nos encontramos frente a la dependienta diciéndole que nos había parecido un sitio tan encantador que no habíamos podido resistirnos a entrar a curiosear. En un perfecto inglés nos explicó la filosofía de la bombonería, basada fundamentalmente en trabajar con materias primas de altísima calidad, sin emplear ningún tipo de aditivos ni conservantes. Nos contó que las almendras que utilizaban para hacer los pralinés y el mazapán eran 100% españolas y las naranjas de los rellenos venían de Valencia.




Nos invitó a probar algunos de sus bombones y dulces, estaban buenísimos y no dudamos en hacernos con una de aquellas preciadas cajas. La dependienta nos recomendó la Symphonie, ya  que contenía una selección de las especialidades de la casa. 



Y resultó que la especialidad de la casa era el chocolate negro (hasta aquí perfecto...) relleno de mazapán (ya no tan perfecto...). Soy una forofa del chocolate puro, así que no os voy a negar que me fastidió un poco haber comprado una caja de chocolates rellenos, pero he de reconocer que estaban buenísimos, prueba de ello es que no estuvo demasiado tiempo entre nuestras manos.




 Sin duda, un lugar para golosos y curiosos!

Værnedamsvej 9
Frederiksberg C
Copenhague




lunes, 14 de noviembre de 2011

Valdepalacios, una escapada de lujo

Noviembre es el mes que menos me gusta. Ya estamos agobiados de trabajo, el cambio de hora, los días cortos, grises y lluviosos hacen que te des cuenta del largo invierno que queda por delante. Pero me niego a que el gris tiña también nuestro ánimo, así que nos buscamos una "escapada-capricho" que nos ayudara a descansar, desconectar y ver el invierno de otro color. 

El destino elegido, Valdepalacios, una hotel instaurado en una casa señorial del siglo XIX rodeado de una finca de 600 hectáreas que ofrece la posibilidad de cazar, hacer un paseo a caballo, jugar al golf o, como en nuestro caso, echar una carrera entre ciervos, gamos, ovejas, caballos y gallinas que campan a sus anchas. Es un privilegio y una ocasión única disfrutar de este entorno. 


Es una gozada levantarse el sábado tranquilamente, desayunar y sentarse en sus salones a leer el periódico tranquilamente junto a la chimenea mientras fuera está gris y frío, o al lado de los enormes ventanales disfrutando del paisaje que tienen otros salones. 



Y después de comer en el restaurante o probar su carta informal en la terraza si el tiempo lo permite y el sol nos regala en pleno noviembre un mediodía templado (esta fue nuestra elección), puedes dedicarte una tarde de culto al cuerpo y al alma y darte un masaje, pasar un rato en el spa o meterte un rato en la sauna, para llegar como nuevo a la cena, que bien merece llegar en plenas facultades. 



Tierra, el restaurante del hotel, está galardonado con una Estrella Michelín, dos soles de la Guía Repsol y está dirigido por el Chef Jose Carlos Fuentes, Cocinero del Año 2010. El hotel cuenta con huerta propia y una pequeña granja que contribuyen a que su materia prima sea natural y de primera calidad. Nosotros probamos un par de menús degustación completamente recomendables. Recuerdo especialmente un plato de foie, un tartar de gambas rojas de Palamós, un arroz caldoso hecho con cabezas de gamba roja de la misma procedencia y el gamo salvaje con infusión de boniato asado, rebozuelos y pesto de salvia, entre otras muchas delicatessen con las que nos deleitaron. 

Y después, a descansar. ¿Qué me decís de las habitaciones? Son amplias, luminosas y muy acogedoras, decoradas con estilo rústico y repletas de mil detalles. Sobre la mesita nos esperaban una especie de galletas de queso con forma de piruleta, unas almendras, nueces, picolos de macadamia y una nevera repleta de zumos, refrescos y aguas de Voss y Solán de Cabras. 


Las habitaciones disponen también de una zona de descanso donde poder disfrutar de las amenities


Si entre masaje y paseo os apetece, el hotel ofrece cursos de cocina, catas de vinos y aceites, tiro al plato o un safari fotográfico entre otras actividades. 

Os aseguro que no os arrepentiréis, es un destino estupendo para daros un capricho y dejaros querer un poco por su amable personal. A veces, viene de perlas.

Precio de habitación doble: desde 250€.
Valdepalacios Hotel Gourmand 5 estrellas GL
Crta de Oropesa a Puenta del Arzobispo, km 9
45572 Oropesa (Toledo)

jueves, 10 de noviembre de 2011

La Biblioketa

Un libro siempre es un buen regalo y más si te trata de despertar la pasión por la lectura entre los más pequeños de la casa. La Biblioketa es un espacio pensado casi exclusivamente para ellos.
Cualquier libro que imagines, lo encontrarás aquí. Las chicas que te atienden son majísimas y conocen todos los libros que tienen en la tienda, por lo que si estás un poco perdido, te asesorarán de mil amores. De todos modos, si lo que te apasiona es curiosear entre las estanterías, podrás hacerlo sin ningún problema. Todos los libros están perfectamente organizados por edades e idiomas ya que, además de libros en español, también tienen un apartado dedicado a la literatura en lengua inglesa y francesa.



Como no podía ser de otra manera, en la Biblioketa los niños no solo son bienvenidos, sino que son los invitados de honor, así que no dudes en ir acompañado de tus pequeños “angelitos”. La librería cuenta con varios espacios pensados solo para ellos: un pequeño rincón para niños de 0 a 3 años, con libros y juegos con los que divertirse, otra zona para niños de 3 a 6 años, donde los niños pueden leer con sus padres. Y en el nivel inferior, la Cueva de Keta, donde se desarrollan  talleres, cuentacuentos, encuentros con autores e ilustradores, exposiciones, representaciones teatrales y musicales, etc.

Si vives en la zona noroeste de Madrid, recientemente han abierto otra tienda en Aravaca con el nombre de BiblioketayRopachica. Se trata más bien de una tienda de ropa con una pequeña selección de libros y un espacio para la organización de cuentacuentos. Sin duda, yo prefiero la original: una coqueta librería con un amplísimo catálogo especializado en literatura infantil y juvenil. Más que recomendable.

La Biblioketa
Justiniano 4
28004 Madrid

martes, 8 de noviembre de 2011

Le clos du Colombier

Este verano decidimos pasar unos días en la Borgoña francesa. Somos grandes amantes del vino y la Borgoña era un destino pendiente, así que el alojamiento tenía que ser tan especial como el viaje. Después de poner patas arriba internet, di con el lugar adecuado: Le Clos du Colombier




Le Clos du Colombier es una casona antigua rehabilitada, convertida en un pequeño hotel con ocho habitaciones más que amplias y decoradas con mucho gusto, pues consiguen con la mezcla de muebles clásicos y detalles modernos, un ambiente muy acogedor. 


Todas las habitaciones son diferentes y tienen su propia personalidad. A nosotros nos tocó la Cos des Epenots. Preciosa. Una habitación con mucha luz que recibe de dos balcones de suelo a techo desde los que teníamos esta vista.


Como os decía la habitación es muy amplia y conjuga unos techos altísimos bordeados por una escayola preciosa con un baño muy moderno pintado en marrón chocolate, integrado completamente en la habitación. Los tonos morados en las cortinas y los cuadros combinan perfectamente con el blanco de las paredes y el resto de ropa de cama y dan la sensación de serenidad que uno busca en vacaciones.



Y para conseguir completamente que te sientas como en casa, las habitaciones disponen de un calentador de agua y una amplia variedad de tés, que reponen todos los días junto a un par de botellas de agua mineral. 

El hotel dispone, además, de un Spa, un salón de lectura muy agradable en el que poder tomarse un vino o un café mientras lees un libro o consultas internet (tienen acceso gratuito), y una tienda gourmet. Algo que eché en falta en el hotel fue un pequeño restaurante donde poder degustar las exquisiteces de la zona, pero como era verano, tuvimos la suerte de poder comprar en su tienda un paté y una botella de vino y disfrutarlos en la terraza, junto a la piscina. 



Nosotros no cogimos el desayuno del hotel, pero os advertimos que en el pueblo no hay otros lugares en los que poder desayunar. Es necesario acercarse a Beaune para encontrar un lugar donde tomar un café con algo de bollería, y aunque es cierto que no hay demasiada distancia cinco o diez minutos, a mí, al menos, no me gusta salir del hotel sin desayunar y andar dando tumbos buscando un sitio para desayunar. 


Pommard es un pueblo chiquitín con casas grises y tejados rojos rodeado de viñedos que resulta un punto de partida estupendo para hacer la Route des Grands Crus. Como en todos los pueblos de la Borgoña, casi cada casa es una bodega de un pequeño productor, que según los casos, os enseñarán gustosamente. Si hay que ponerle un "pero" a los pueblos de la Borgoña es que a excepción de Beaune, no tienen ninguna oferta de ocio. En el caso de Pommard, salvo un restaurante (buenísimo, por cierto, pero eso ya os lo contaremos) y una tienda de vinos, poco más encontraréis. Sin embargo, os recomiendo sin lugar a dudas, una escapadita a esta famosa zona vitivinícola.

Precio de habitación doble: 142€
Hotel Le Clos du Colombier
Route d’Ivry 
21630 Pommard

jueves, 3 de noviembre de 2011

Carluccio's

¿Quién ha dicho que los ingleses no saben comer bien? Desde hace un tiempo esta afirmación se ha quedado obsoleta, por lo menos en lo que a su capital se refiere. En ella puedes encontrar comidas de todas las partes del mundo e incluso más de una treintena de restaurantes con estrella Michelín. Pero si lo que buscas es un lugar práctico, en el que comer comida italiana a buen precio sin renunciar a la calidad, Carluccio's es tu lugar.

Me lo habían recomendado dos antiguas compañeras de trabajo con gustos culinarios bastante exigentes y muy bristish ellas. Cuando les dije que iba a escaparme unos días Londres, me hablaron de este lugar como uno de sus preferidos. Así que les di cierta credibilidad y lo apunté en la lista de visitas obligatorias.

El italiano Antonio Carluccio abrió las puertas de su restaurante en el año 1999 y desde entonces ha abierto sucursales no solo en Londres, sino en otras ciudades del Reino Unido e incluso en Qatar o Dubai. Desconozco si en todos ellos se come igual de bien, pero doy fe de que en el de Covent Garden se come de lujo.


Se trata de un restaurante moderno y funcional. El local se divide en dos plantas, la parte de abajo es bastante grande y un poco más fría y el piso superior, más noble y acogedor. Nosotros tuvimos la suerte de que nos dieran mesa en la planta de arriba, y digo suerte, porque estaba lleno hasta la bandera.





Os recomiendo ir temprano o bien tarde, cuando el resto de los mortales europeos ya están terminando de comer o cenar y empieza a quedarse alguna mesa libre. A pesar de que llegamos a una hora un poco mala y de que estaba diluviando, los camareros fueron amables y atentos y respondieron a todas nuestras dudas sobre la carta.

Yo tomé la lasagna tradizionale con carne de ternera y cordero. Estaba buenísima, ya que no estaba hecha con la típica carne picada de no sabes qué, sino con trocitos de carne guisada con sus verduritas, deliciosa. Mi chico, poco amante de los riesgos, se decantó por los spaghetti alle vongole in bianco, o lo que es lo mismo, espaguetis con almejas en salsa verde, también estaban muy ricos. De postre, un par de affogati, café espresso con una bola de helado de vainilla en su interior, un broche de oro.

Y si no os apetece quedaros a comer, siempre podéis pasaros por su tienda, situada en un local anejo. En ella encontrarás todo tipo de productos relacionados con la gastronomía italiana (pasta, salsas, aceite, vinagre balsámico, café, panetones, etc.).




En resumen, un restaurante en el que comer auténtica comida italiana a unos precios razonables y con una magnífica relación calidad-precio.

Precio medio: 20 libras por persona

Carluccio's
Garrick Street, Covent Garden
WC2E 9BH
Tel: 020 7836 0990



martes, 1 de noviembre de 2011

Esporáo, un gran vino blanco del Alentejo

El color dorado oscuro que se percibe en la copa nada más servirlo no es más que el preámbulo de lo que te espera después. Según nuestro vendedor habitual, era el mejor vino blanco con crianza que había probado últimamente y no podemos más que darle la razón. Este vino, con denominación de origen del Alentejo, tiene un olor muy frutal, a mí personalmente me recordaba al mango y a frutas dulces pero frescas. Y su sabor, dulce a fruta madura, pero con un regusto un pelín amargo lo hace maridar estupendamente con un montón de platos. En nuestro caso con foie, pero perfecto para arroces y platos mucho más contundentes porque el cuerpo que tiene el vino aguanta eso y mucho más. 


Esporáo es el resultado de cultivar variedades autóctonas, Antáo vaz, Arinto y Roupeiro en un territorio formado por suelos volcánicos y de pizarra, cuyas vides están bañadas a su vez por la brisa atlántica y sus uvas fermentadas en barricas de roble. 

No podéis dejar de probarlo. ¡Merece la pena!

Precio: 12,80€.

jueves, 27 de octubre de 2011

Blanca Gómez, Cosas Mínimas


Tenía que decorar la habitación de mi hija pequeña y quería huir de lo convencional. Así fue como encontré el trabajo de la ilustradora Blanca Gómez en Etsy. Fue un flechazo a primera vista. Sus ilustraciones me parecieron perfectas: sencillas, coloridas, divertidas. En seguida me decidí y compré unas cuantas láminas. Llegaron rapidísimo, en perfecto estado y listas para enmarcar.



Dudé un poco con el tipo de marco que ponerle y pensé que nadie como la propia artista podría saber cómo sacar el mayor partido a sus obras. Así que me puse en contacto con ella para preguntarle. Su respuesta me encantó: quedan bien con cualquier marco! Y razón no le faltaba, desde el marco ribbon de Ikea, uno negro con paspartú blanco, hasta uno sencillito de aluminio, que es el que yo le he puesto.



Hacía tiempo que no entraba en su página web y en su blog para ver sus novedades y el otro día buscando inspiración volví a ver su trabajo y recordé por qué me había gustado tanto.








Personalmente, todas me resultan tan graciosas y tiernas que las podría ubicar en cualquier estancia de la casa: el dormitorio infantil, el de la pareja o incluso en la cocina (que es lo que estoy barajando en estos momentos para mi casa). De todos modos, Blanca tiene un catálogo amplísimo en el que estoy segura encontraréis vuestra preferida.

Aquí os dejo unas cuantas más, porque... UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS.





 
Blanca Gómez